De Chaparrí Su Primer Defensor
En 2006, Javier Ruiz, integrando una ONG, trabajó con la Comunidad Campesina Muchik Santa Catalina de Chongoyape (Lambayeque-Perú), quienes destinaron 34,421 hás de su territorio como Reserva Ecológica oficializada con el nombre de Chaparrí, reconocida por sus iniciativas de conservación de la Pava Aliblanca, el Oso de Anteojos y sus iniciativas de turismos sostenible.
El 2012 desconocidos tomaron el control de la comunidad fraudulentamente con el objetivo de destrozar la Reserva. Junto a los campesinos, Javier decidió integrarse a la defensa de Chaparrí, siendo víctima de un atentado contra su vida. Sin amilanarse, con un pequeño grupo de voluntarios, comenzó a denunciar que entre los responsables estaban funcionarios públicos, empresario y delincuentes. Desde su ONG le conminaron a abandonar la defensa de Chaparrí.
Desempleado y sin medios, logró articular a los grupos preocupados por la reserva y organizar el Frente de Defensa “Salvemos Chaparrí”, cuyas denuncias han sido vitales para su no desaparición. A pesar de las carestías, lograron la atención de la prensa local e internacional, del Congreso y de la Poder Judicial. Al tiempo que descubría que parte de sus exsocios participaron en la aprobación del proyecto de represa La Montería, que se pretende construir en la reserva de Chaparrí, Javier Ruiz fue condenado a 3 años de prisión por denuncias falsas de los mismos (mayo 2018).
Desde la cárcel organizó un pequeño grupo de presos para fabricar artesanías alusivas a Chaparrí, que sus compañeros del Frente comercializaban para seguir manteniendo la defensa. Gracias a la movilización de familiares y organizaciones de derechos humanos salió en libertad y absuelto de todo intento de criminalización. En libertad, se concentró en ayudar a fiscales con pruebas para desarticular parte de la organización criminal que promovía el tráfico de tierras de la reserva. Además, ogró que los Campesinos de Chaparrí recuperen el control de su comunidad en elecciones democráticas.